Por: Dra. Nieves Altamirano Peceros
Servicio Psicológico de la FCCTP
La tendencia actual del COVID-19 sugiere que se convertirá en una enfermedad endémica; es decir, viviremos con la presencia constante del virus y sus variantes sin que podamos evitar su trasmisión. Es cierto que la vacunación de las personas y la protección natural de quienes tuvieron la enfermedad han reducido la infección. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), esto nos proporciona una visión optimista de la situación: tendremos menos hospitalizados y muertes por el COVID-19. Sin embargo, no podemos bajar la guardia y la prevención es vital para proteger nuestra salud, usando la mascarilla, evitando las aglomeraciones y asegurando una alimentación e higiene adecuada.
Al mismo tiempo, la pandemia continúa provocando un estrés emocional que puede desencadenar cambios psicológicos significativos en los jóvenes con poca contención emocional. La ausencia de contacto social y la falta de empleo genera con frecuencia depresión, ansiedad, angustia, incertidumbre, miedo. Este malestar psicológico puede acompañarse con dificultades del sueño, desánimo y desesperación.
¿Cómo superar esta crisis?
Es común escuchar a los jóvenes expresar su malestar, frustración, incomodidad y desesperación por las posibles repercusiones que la pandemia puede traer a la continuidad de sus estudios. En algunos casos, esta situación se agrava por su falta de madurez psicológica para entender esta problemática y atenuar sus consecuencias. Así, el futuro es percibido como incierto, incluso amenazante.
Para ti que eres joven, este es el momento de cambiar tu estilo de vida desde el interior. Tus emociones, sentimientos y estados de ánimo dependen únicamente de ti. Atrévete a cambiar esa actitud negativa que te resta y presta atención a los cambios que necesitas para mejorar tu salud y lograr el bienestar psicológico.
Deja de preocuparte y enfrenta tu realidad con esperanza y optimismo. Aprende a regular tus emociones, entre ellos, el miedo irracional a enfermarte que paraliza tus acciones y perturba tu conducta.
Adopta comportamientos protectores de tu salud mental, es de gran utilidad que organices una rutina diaria con actividades que combinen el estudio, las actividades físicas o deportes y el entretenimiento para mantenerte ocupado y distraerte. Diviértete armando un plan diferente cada día, y buscando nuevos pasatiempos como el baile, la pintura o el canto. Las técnicas de meditación y de relajación también pueden ayudarte. A medida que lo hagas, te sentirás más relajado y su práctica continua permitirá que alcances la contención emocional necesaria para alcanzar la calma y tranquilidad.
Adopta comportamientos protectores de tu salud mental y actúa con responsabilidad social. Vacúnate para protegerte y proteger a los demás.