La Mag. Danitsa Alarcón Parco, docente e integrante del Instituto de Investigación de la Escuela Profesional de Psicología de la USMP, profundizó sobre este tema.
La inteligencia emocional es un conjunto de habilidades —que incluye la empatía, la motivación, el autocontrol, el entusiasmo y el manejo de emociones— que cada uno va adquiriendo a lo largo de su vida. Para abordar este tema y cómo afecta en nuestra vida diaria, Noticias FCCTP conversó con la Mag. Danitsa Alarcón Parco, docente e integrante del Instituto de Investigación de la Escuela Profesional de Psicología de la USMP.
Al iniciar la conversación, Alarcón señaló que este concepto repercute en nuestra vida personal, laboral o sentimental, puesto que refleja la forma en que las personas manifiestan y regulan sus emociones frente a las demandas de otras. Ella aseguró que quienes son capaces de analizar y plantear una respuesta óptima a un problema cuentan con un excelente nivel de inteligencia emocional. En cambio, precisó que aquellos que responden de forma agresiva u hostil están en pleno proceso de adquisición de las herramientas necesarias para desenvolverse en el día a día.
A continuación, explicó cómo utilizar nuestra inteligencia emocional si estamos frente a una persona bastante estresada que está molesta con nosotros. Según ella, lo más adecuado es responderle con frases como: “¿En qué te puedo servir?” o “Sé que estás molesto, pero debes calmarte para saber qué es lo que origina tu fastidio”, a fin de promover cambios positivos.
Por otra parte, puntualizó que emociones básicas como la alegría, la tristeza, el miedo y la cólera se van instalando en nuestro inconsciente durante el primer año de vida a través de acciones como el instante en el que los padres le sonríen al bebé y este replica la alegría que sintió al verlos mediante gestos positivo. “Por el contrario, si el recién nacido es tratado a gritos, de forma inmediata detectará de que no se trata de una reacción amigable”, aclaró.
A partir de este ejemplo, expresó que la inteligencia emocional se basa en el aprendizaje observacional, es decir, por imitación. Con el tiempo, cada persona, a partir de las conductas de las que ha sido testigo, toma la opción de aplicarlas en su vida cotidiana y determina cuán positivas o negativas podrían resultar.
Respecto a la forma de conocer nuestro nivel de inteligencia emocional, la especialista resaltó que esta puede medirse a través de evaluaciones psicométricas y entrevistas personalizadas. Sin embargo, enumeró alternativas que pueden brindar resultados preliminares como la autoevaluación frente al espejo, utilizando preguntas como “¿realmente me siento bien?” o “¿mis labios y mis pupilas denotan entusiasmo?”.
Finalmente, respecto a la forma de conocer nuestro nivel de inteligencia emocional, la especialista resaltó que esta puede medirse a través de evaluaciones psicométricas y entrevistas personalizadas. Asimismo, enumeró otras alternativas que pueden brindar resultados preliminares como la autoevaluación frente al espejo, utilizando preguntas como “¿realmente me siento bien?” o “¿mis labios y mis pupilas denotan entusiasmo?”.