Por: Dra. Nieves Altamirano Peceros
Servicio Psicológico de la FCCTP
La salud y el equilibrio son dos bienes preciados en la actualidad. Después del COVID-19, nuestras expectativas, emociones y percepciones cambiaron. Hoy valoramos más nuestra salud emocional.
De hecho, cuando elegimos trabajar en algún lugar, lo primero que pensamos es si encontraremos paz, armonía y la tranquilidad que buscamos en un entorno laboral para el correcto desarrollo de nuestras funciones. Estaremos satisfechos cuando alcancemos nuestros logros y tristes cuando no los concretamos. También experimentaremos malos ratos cuando surjan desacuerdos, discusiones o envidias entre los que laboran.
Al respecto, se pueden dar dos situaciones: uno que es de responsabilidad nuestra y la otra que corresponde al sistema o las normas que aplica la empresa en la cual trabajamos.
Hoy hablaremos de la primera, y daremos algunos tips. Imagínate que estas ante un genio y le pides cinco deseos para sentirte bien mientras trabajas:
– Lo primero es empezar el día con optimismo y compromiso de hacer las cosas bien, de alinearte con tu institución. Es la que cada mes te permite gozar de ciertos privilegios económicos y sociales que te brindan bienestar a ti y a tu familia. Si eres soltero/a podrás comprar tus cosas, serás capaz de mantenerte y de sentirte más independiente. Si eres casado/a sentirás que puedes responder a las expectativas de tu familia, de brindarles la tranquilidad que necesitan. Sobre todo, en ambos casos, te sentirás realizado/a como persona y profesional. “Eres lo que piensas y sientes”.
– Construye tu marca personal. Consolida la imagen personal y profesional que proyectas ante los demás, la primera impresión es lo que cuenta. Busca mejorar tu imagen y reputación.
Demuestra las habilidades y talentos que el trabajo requiere, trabaja con calidad. No eres un niño o niña que necesita que se le regañe para que trabaje bien. Eres un adulto que sabe actuar con autonomía y toma decisiones con pensamiento crítico. Que suma y no resta.
Haz que tus compañeros de trabajo y tus jefes te reconozcan y respeten como una persona satisfecha y enamorado/a de su trabajo. Que cumple con las normas de la institución. Que se esfuerza por llegar con puntualidad, respeta a sus compañeros. Date el permiso psicológico de sacar lo mejor de ti.
– Tus valores te reafirman. ¿Eres de los buenos o de los malos? Lo importante de tus acciones y conductas es la coherencia entre lo que dices y haces en relación contigo mismo y con los demás. Agrega valor a tus logros y resultados porque lo más importante para tener una carrera exitosa que se prolongue en el tiempo es demostrar que se actúa con ética y valores. “Antes de ser un buen profesional, se es buena persona”.
– Aprende a competir contigo mismo. En la terapia, es común encontrar personas que recurren por sentirse fracasados y frustrados. Desde niño, le enseñaron a competir con los demás, no importa los medios a emplear con tal de ganar a las buenas o a las malas. Sin embargo, cuando creces, tú no necesitas competir con nadie para demostrar que eres el mejor o sentirte satisfecho. Compite contigo mismo porque ¡tú eres el mejor! No necesitas demostrarlo a los demás, solo a ti mismo.
– Por último, aprende a convivir con los demás y superar el estrés. Desarrolla una estrategia basada en el talento que posees para relacionarte en armonía con los demás. Respeta para que te respeten. No dejes que te invadan, ni invadas a los demás. Nadie es perfecto. A menudo, el estrés nos hace irritables, nos pone de mal humor y queremos incendiar el lugar o pelearnos con todos para deshacernos del malestar interior. Este se le conoce como la náusea emocional. Aprende a gestionar tus emociones. ¡Insiste en ser mejor!
Destaca de los demás en tus acciones cotidianas con actitud y responsabilidad social. Aprende a desenvolverte con un trato adecuado en la comunicación con los demás. Esto impulsará tu reputación y elevará tú credibilidad. Sobre todo, renueva tu imagen y gana confianza ante los demás para alcanzar tus objetivos personales y profesionales.
¡Tú puedes lograrlo!