Por: Dra. Nieves Altamirano Peceros
Servicio Psicológico de la FCCTP
La sobrecarga laboral y académica, para algunas personas, suelen convertirse en una oportunidad para su desarrollo y alcanzar el éxito a todo nivel. Sin embargo, para otras, generan cuadros de estrés que pueden ser difíciles de afrontar.
En ciertas ocasiones, el estrés es un enemigo capaz de originar daños importantes en diferentes partes de nuestro organismo, como en el sistema inmunológico, cardiovascular, endocrino y nervioso, además de causar un impacto emocional severo.
Para enfrentar este tipo de situaciones, algunas personas realizan diferentes actividades como escuchar música, asistir a funciones de cine o teatro. En cambio, otras encuentran alivio en actividades individuales como la lectura o las caminatas.
Dicho esto, comparto estas cinco herramientas que pueden funcionar en la mayoría de personas para combatir el estrés.
1. Descansa de los estresores: Es importante que te alejes temporalmente de las situaciones de estrés, de manera que encuentres una nueva perspectiva y participes en actividades que te enriquezcan física y mentalmente. Esto no quiere decir que dejes de lado tus obligaciones.
2. Ejercítate. Mente sana en cuerpo sano. Una rutina de ejercicios te permitirá disipar los momentos más estresantes de tu jornada y tendrá un efecto inmediato. Considera la opción de caminar, correr, nadar o bailar.
3. Sonríe y ríete. En nuestros cerebros existen interconexiones entre las emociones y las expresiones faciales que realizamos. Cuando las personas están estresadas, mantienen todo ese estrés en las facciones de su rostro. Para revertir esa situación, muestra tu mejor sonrisa y todo podrá cambiar a tu alrededor.
4. Consigue apoyo social. Comunícate con un amigo o familiar. Compartir tus preocupaciones o tu sentir con otra persona te permitirá aliviar del estrés. Sin embargo, es importante que la persona a quien acudas sea de confianza y tenga la capacidad de reconocer lo que sientes.
5. Medita. La meditación o la oración consciente te ayudan a relajar la mente y el cuerpo y a mantenerte enfocado. La atención plena se convertirá en tu mejor aliado para desarrollar la autocompasión y el perdón. Además, pueden liberar emociones que hayan sido las causantes del estrés físico.