Por: Rosa Bonilla
Docente de Diseño de proyectos de responsabilidad social en Educación Continua
Son muchos los caminos, las actividades y herramientas. Sin embargo, lo esencial de la responsabilidad social empresarial son sus valores y compromisos. Para poder integrarlos de manera conveniente, es necesario mirar toda la estrategia del negocio y verificar que existan, al menos los siguientes criterios en su construcción.
Gobernabilidad: la organización debe contar con procesos, reglas y procedimientos muy claros y eficientes. Con la solidez requerida para definir las funciones y responsabilidades de cada persona y posición de la empresa. Así también, que la toma de decisiones se sostenga en la búsqueda del equilibrio sostenible en términos económicos, sociales, éticos y ambientales.
Diversidad: toda empresa debe contar con equipos de trabajo diversos, partiendo de la premisa de que atiende a un público diverso. Es decir, debe reflejar internamente lo que expresa la sociedad en la que opera.
Transparencia: el reporte de resultados, de adquisiciones y de todo aquello que sea un indicador de la empresa debe hacerse de manera puntual. Con especial énfasis en situaciones que puedan representar un riesgo para la empresa y la sociedad como conflictos de intereses.
Eficiencia: de cara a la búsqueda del equilibrio en lo económico y ambiental, es fundamental que los gestores de administración establezcan una agenda de priorizaciones y objetivos para que en toda la cadena de valor de la organización la eficiencia sea una búsqueda constante.