Por: Dra. Nieves Altamirano Peceros
Servicio Psicológico de la FCCTP
La vida universitaria demanda con frecuencia hablar en público y muchas carreras profesionales se construyen en base a esta habilidad. En la medida en que la desarrolles, tendrás la oportunidad de hacer bien tus presentaciones y también rendir tus exámenes orales.
Si eres de los que se siente presionado, ansioso y realmente tienes miedo de hablar en público, debes saber que esta sensación es uno de los síntomas específicos de la fobia social. La fobia social puede definirse como un miedo duradero a una o más situaciones sociales en las que la persona se expone a ser observada por los demás y experimenta el temor de hacer algo o comportarse de una manera que pueda resultarle embarazosa o humillante.
Debido a ello, las personas restringen su vida social y tienden a adoptar conductas evitativas para que los demás no las vean temblar, enrojecer, sudar o parecer ridículos. Este temor a la crítica negativa puede, a su vez, referirse a la aceptación social global, al establecimiento de relaciones íntimas, a la relación con personas de autoridad y/o a la ejecución de tareas en presencia de otras personas.
En el caso de una persona que habla en público, esta puede experimentar los siguientes sentimientos negativos durante su presentación:
– Miedo a las críticas
– Miedo al fracaso
– Miedo a ser observado por la gente
– Miedo por falta de dominio del tema
– Miedo a las posibles reacciones del auditorio
– Miedo a confundirse y enredarse mientras habla
Es cierto que exponer dentro de un salón de clases no es sencillo, pero con la práctica y mucho esfuerzo lo puedes lograr. Lo importante es el deseo de mejorar. Sólo necesitas tener confianza en ti mismo y seguir los consejos que enumeramos a continuación para vencer tu pánico escénico.
- Prepara tu presentación y los materiales con tiempo. Es importante que domines el tema. Profundiza e identifica los contenidos más importantes antes de hacer un resumen.
- Practica en tu casa. Te dará seguridad y fluidez. Practica el inicio y el final, puesto que son las partes más valoradas por el auditorio. Puedes grabar tus presentaciones para corregir errores (postura, voz, etc.).
- Lleva material de reemplazo. Debes estar preparado por si ocurre algún inconveniente.
- Participa activamente en clases. De esta manera, te acostumbrarás a la presión de ser el centro de atención.
- Utiliza herramientas que simplifiquen tu presentación. Por ejemplo, las más básicas son Prezi, Canva, presentaciones de Drive, entre otras. Inclusive Power Point, con el paso del tiempo, ha desarrollado más funciones y mejores plantillas de presentación para captar el interés del auditorio.
- Respira profundo y ten pensamientos positivos antes de exponer. Solo así podrás tranquilizar a tus nervios y concentrarte mejor.
- Evita los tics. Tocarse el pelo, quitarse y ponerse las gafas y ciertos gestos ponen al descubierto tu nerviosismo.
- Observa a las personas que te gusta cómo exponen. Haz una lista de las cosas que te agradan de ellas y la diferencia con las tuyas para ver en qué aspectos puedes mejorar.
Recuerda que la preparación es necesaria en nuestra vida profesional. No nacemos con el conocimiento de las cosas, las vamos adquiriendo poco a poco.