Por: Dra. Nieves Altamirano Peceros / Servicio Psicológico de la FCCTP
¿Cómo ser mejor? Es una pregunta que nos hacemos todos. Si bien los jóvenes cuentan con una enorme energía y un gran potencial, vivimos situaciones de confusión, angustia, ansiedad, impotencia y frustración todos los días. Y como a todo el mundo, se nos presentan diferentes opciones:
- Quejarnos o actuar
- Criticar o aportar ideas
- Preocuparnos u ocuparnos
- Exigir o exigirnos
- Juzgar o aprender
¿Puedes autoevaluarte y preguntarte si eres el tipo de persona que se preocupa constantemente por superarse y ser mejor? ¿O eres de los que todo el tiempo lucha por equilibrar sus responsabilidades con los placeres de la vida, pero se queda en el intento?
El vivir estacionariamente o haber pasado por la vida sin aprovechar la oportunidad de ser mejor es casi como no haber vivido, es como una muerte espiritual. Evoluciona, supérate, sé todo lo que puedes ser. Despierta y deja de ser un soñador inactivo.
Aprende a tener un estado de ánimo que te motive a hacer mejor las cosas. Desarrolla una actitud proactiva dirigida a la acción. Aprovecha la oportunidad de pensar y actuar de forma diferente.
Para mantener mejores relaciones, propicia la aproximación a través del diálogo. La conversación, más que cualquier otra forma de interacción humana, es el espacio donde aprendemos a intercambiar ideas, ofrecer recursos y maximizar la colaboración, que es muy importante cuando trabajamos a distancia.
Evita que tus conversaciones se conviertan en discusiones, no interrumpas abruptamente a quien te habla y conserva tu ecuanimidad. Si te dejas alterar por los demás, perderás tu sentido de la razón y la fuerza de tus argumentos; mantén el equilibrio emocional para reclamar tu derecho al respeto. Igualmente, no descalifiques a tus interlocutores con insultos ni ofensas, pues, aunque tengas la razón, serás el perdedor.
Para triunfar, es preciso que seas dueño de ti mismo y pongas toda tu energía al servicio de tu realización personal. Si conservas la mente lúcida y mantienes el control de tus emociones, ejerciendo tu inteligencia emocional, podrás superar cualquier situación y dirigir tu propia vida.
La efectividad personal se relaciona con la autoeficacia y con otros aspectos del “pensamiento positivo”, como la autoconfianza o la autoestima, pero sobre todo con la seguridad de ser capaces de superar los obstáculos para concretar una tarea. Si deseas adquirir mayor
confianza, debes observar los pequeños éxitos que has logrado en la vida y, con ello, alimentar las imágenes y los sentimientos que estos triunfos te han proporcionado.
Solo hay un camino para lograr lo mejor de ti: cree en tus capacidades, desarrolla una actitud de expectativa y confianza positiva. A medida que eleves tu nivel de autoeficacia, la confianza en ti mismo se fortalecerá y reducirá la vulnerabilidad frente al estrés y la depresión.