Tomás Caycho Rodríguez descubrió la psicología cuando era niño gracias a su padre, quien estudió esta fascinante profesión en la misma universidad que, décadas después, lo albergaría a él también para lograr el máximo grado académico: ser doctor en Psicología por la Universidad de San Martín de Porres.
Con una ligera sonrisa en su rostro, Tomás relata que su nacimiento ocurrió cuando su papá aún se encontraba en las aulas sanmartinianas. Esta anécdota lo envuelve en un bucle existencial que no tiene fin: ¿él escogió la psicología o la psicología lo escogió a él?
Esta pregunta capciosa se asemeja mucho a las interrogantes que lo invadían cuando recién se asomaba, desde la ventana de su curiosidad, hacia la psicología. “¿Cómo pensamos las personas? ¿Por qué actuamos de tal o cual forma?”, se cuestionaba de joven en todo momento intentando esbozar alguna respuesta.
Ahora, con 40 años, ha encontrado más que esas respuestas. Es un investigador distinguido del Registro Nacional Científico, Tecnológico y de Innovación Tecnológica (Renacyt) y, actualmente, es el presidente de la Sociedad Peruana de Historia de la Psicología (SPHP), organización que cuenta con 8 años de trayectoria, la cual fundó junto con otros especialistas interesados en fomentar el estudio de los acontecimientos históricos que propiciaron la evolución de esta profesión.
Caycho Rodríguez se sienta, se acomoda y se prepara para la entrevista que le realizamos por ser un egresado de éxito de la Escuela de Posgrado de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, Turismo y Psicología (FCCTP). Nos contó sus motivaciones, sus logros y su visión acerca de esta carrera que cobra más importancia en una sociedad donde la salud mental es, o debería ser, la base del desarrollo integral de toda persona.
- ¿Cómo un psicólogo puede aportar al desarrollo de una comunidad?
Aparte de tener el Doctorado en Psicología, también estudié una maestría en Psicología Educativa, la cual me permitió conocer los procesos psicológicos involucrados en todo el proceso de aprendizaje del estudiante, además de su entorno. Entonces, los psicólogos tenemos las herramientas teóricas y metodológicas adecuadas para poder comprender mejor esa realidad y prevenir ciertos problemas que puedan aparecer. O, en todo caso, intervenir en el momento que sea necesario. Pero, así como aporta en el plano educativo, también lo hace en el campo clínico, organizacional, social y comunitario. En resumen, en cualquier actividad humana que se realice, siempre el psicólogo va a tener algo por hacer ahí.
- Y en el campo organizacional, ¿cómo un psicólogo puede ayudar a mejorar los procesos de una empresa?
A veces, se malentiende que el psicólogo, dentro de las organizaciones, solamente se centra en realizar evaluación y selección de personal, lo cual es quizá lo más común. Sin embargo, su labor implica muchos más que eso. Implica hacer de esa organización, una saludable para que los trabajadores y sus familias tengan una calidad de vida adecuada. Además, busca una relación armónica entre el trabajo y la familia, en pro de la productividad de las empresas e instituciones en general.
- Veo que eres autor de diversos artículos académicos en psicología, ¿cuál es el que más te apasionó crear y por qué?
No tengo un artículo preferido, pero sí tengo un proyecto que, en los últimos tres años, se ha convertido en uno de los puntos más importantes de mi carrera. Se trata de un proyecto sobre el impacto que tuvo la pandemia en la salud mental, no solamente en el Perú, sino en 16 países de América Latina, tanto de Norte, Centro y Sudamérica. Esto para mí fue y sigue siendo uno de mis mayores logros porque me ha permitido coordinar con 50 investigadores de esos 16 países. Gracias a ello, en la actualidad hay aproximadamente 25 artículos publicados en estos últimos tres años. Además, hay otros 20 que están en revisión. Este proyecto nos ha permitido obtener una mirada local y regional del impacto de la pandemia en la salud mental.
- Eres miembro fundador de la Sociedad Peruana de Historia de la Psicología (SPHP). Cuéntame más al respecto. ¿Cómo surgió esta iniciativa?
El tema de la historia de la psicología es un tema muy importante, pero que a veces es poco valorado dentro de la misma profesión. Conocer los acontecimientos históricos que han dado cabida a lo que hoy llamamos como psicología, para los psicólogos, debe ser siempre importante porque nos permite saber qué fuimos, qué somos ahora y hacia dónde nos encaminamos. En base a eso, desde Arequipa, surgió la iniciativa de congregar a profesionales interesados que hacen también investigación. Entonces, esta es una sociedad académica que impulsa el desarrollo de las investigaciones historiográficas en psicología y le da la real importancia a la historia de la psicología dentro de las mallas curriculares.
Además, realizamos cada año un Seminario Internacional de Historia de Psicología en el Perú y Latinoamérica y tenemos también una revista anual: la Revista Peruana de Historia de la Psicología. En esta, pues, se juntan investigadores en la historia de la psicología, tanto peruanos como extranjeros. Esta es una de las pocas revistas de historia de la psicología que existen en Latinoamérica.
- ¿Qué te impulsó a estudiar el Doctorado en Psicología?
Dentro de mis aspiraciones, siempre he buscado realizar investigaciones en psicología y de buena calidad, buscando siempre la excelencia académica. Por ello, opté por estudiar un doctorado. Dentro de todas las opciones que vi dentro del país, me di cuenta que la Universidad de San Martín de Porres tenía una malla curricular que se adecuaba a lo que yo buscaba y configurada a los problemas que en ese momento el país atravesaba.
- ¿Qué es lo que más rescataste de este doctorado?
Lo que más valoré en el doctorado que cursé en esta universidad fueron dos cosas en particular. Uno, la experiencia de los docentes que tuve en cada uno de los cursos. Eran personas capacitadas y con experiencia en investigación, tanto dentro como fuera del país. Para mí, eso fue importante porque me permitió esa conexión con los conocimientos y las metodologías que se usan aquí en Perú y en el extranjero. Dos, la malla curricular. Recuerdo que hubo cursos sobre la problemática psicosocial en el país, sobre la historia de la psicología y, también, estadística. Valoro mucho eso porque se centraban en problemas psicosociales reales.
- ¿Cómo aplicas lo aprendido en el doctorado en tu vida profesional?
Yo soy investigador titular de Renacyt. Entonces, mi día a día es investigar. Reviso modelos teóricos, hago análisis estadísticos, elaboro manuscritos, entre otras cosas. Toda esa información teórica, metodológica y técnica recibida en el doctorado, hoy por hoy, es muy valiosa para mí. Yo reviso mis apuntes del doctorado hasta ahora, a pesar de que han pasado algunos años. Reviso algunas clases también. Todo eso me acompaña en el día a día dentro de mi trabajo.
- Dentro de la carrera, ¿qué hay más allá del máximo grado académico?
Uno nunca debe dormirse en sus laureles. Siempre debemos buscar la excelencia. Si uno cursa un doctorado, lo termina y obtiene el grado, pues no acaba ahí. Hay diferentes caminos luego. Por ejemplo, existen las estancias posdoctorales que, si bien es cierto, no son grados académicos, estos te permiten tener la experiencia de realizar una investigación con otros doctores, no solamente en Perú, sino en el extranjero también. Esto maximiza todo lo aprendido en tus estudios doctorales. Sin embargo, lo más importante es que dichas investigaciones deben ser puestas a favor de solucionar problemas sociales, teóricos, metodológicos, entre otros. Todos debemos aportar desde nuestras esquinas, como diría un buen amigo mío.
- ¿Siempre estuviste convencido de estudiar Psicología? ¿O qué fue lo que te motivó a estudiar la carrera?
Yo tuve una influencia por mi padre, quien estudió psicología aquí mismo, en la Universidad de San Martín de Porres. Entonces, siempre he estado muy ligado a esta casa de estudio desde pequeño porque yo lo acompañaba en sus trabajos. Además, él me tuvo cuando aún se encontraba estudiando. Por ello, la relación con la Universidad viene desde hace muchos años. Esto me permitió tener una relación inicial con lo que él hacía, con lo que él estudiaba y en lo que él trabajaba. Eso, poco a poco, fue calando en mí y me permitió tomar esta decisión. Aparte, desde pequeño, para mí siempre ha sido importante comprender cómo pensamos o por qué hacemos tal cosa. Entonces encontré, en la psicología, a la ciencia que me permitió tener esa información.
- ¿Por qué uno debería estudiar el doctorado en Psicología en la FCCTP?
Si uno desea buscar la excelencia académica y profesional, el doctorado es uno de esos caminos porque nos permite información teórica y metodológica y de la mejor calidad posible. Entonces, quien quiera ser el mejor en su área, una de las opciones es seguir estudios doctorales que te van a otorgar esas habilidades necesarias para realizar mejor nuestro trabajo.
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Para saber más sobre el Doctorado en Psicología, puedes visitar el sitio web de la Escuela de Posgrado de la FCCTP haciendo clic aquí.